Al que apenas arranca en el negocio de los marranos, yo le digo: no corras antes de aprender a caminar. Empieza con pocos, con lo que puedas manejar bien. Conoce tu granja, aprende a observar, a llevar cuentas claras, a cuidar la comida y la sanidad. Aquí no gana el que mete más cerdos, gana el que sabe hacerlos producir.
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