Compa, vender no es solo soltar el pollo y ya. El negocio de verdad está en que te vuelvan a comprar. Cuando vendas, no te desaparezcas. Dale seguimiento al cliente, pregúntale cómo le fue con los pollos, si quedaron contentos, si llegaron bien, si cumplieron con el peso. Esa atención hace que confíen en ti, te recomienden y te vuelvan a buscar. Un mensajito después de la venta puede abrirte muchas puertas. Recuerda: un cliente bien atendido no solo compra una vez… ¡compra siempre! ¡Sé productor, pero también comerciante inteligente!
Comentarios
Publicar un comentario