Avicultor, ojo con el ácaro rojo… porque ese sí que es peligroso.
Estos bichitos se esconden de día y por la noche salen a chuparle la sangre a tus gallinas. Y lo peor: las debilitan, bajan la postura, las estresan y hasta les pegan enfermedades.
Si ves que tus aves están inquietas en la noche, con plumaje feo o muy pálidas de cresta, puede que tengas una plaga encima.
¿Qué hacer?
Limpieza profunda del gallinero.
Uso de cal o tierra de diatomeas.
Productos específicos para controlar ácaros (sin dañar a las aves).
Revisión constante de perchas y rincones.
"No los dejes avanzar. Entre más pronto los ataques, menos daño hacen".
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