El principio de la ganadería
intensiva es obtener el máximo beneficio, en el menor tiempo posible,
concentrando los medios de producción y mecanizado y racionalizando los
procesos; para incrementar constantemente el rendimiento productivo.
Entre las principales ventajas de
la ganadería intensiva destacan la eficiencia, la adaptación a la demanda del
mercado y la homogeneidad.
La producción de cualquier carne
trata de obtener un máximo rendimiento de aquella comercializable mientras
proporciona un beneficio económico satisfactorio al productor y a quien lo
procesa.
El éxito en la producción de
carne, depende en gran medida de la raza de los animales, del género y el
estado sexual, de la nutrición y del peso al sacrificio.
La cría intensiva requiere de
pasturas de óptima calidad nutricional para poder cubrir los requerimientos
nutritivos, debemos de considerar que los animales requieren una gran cantidad
de pasto entre las 15 y 20 toneladas por año.
Es posible llegar a 5 0 más vacas
por hectárea de pastura, todo dependerá de la demanda de energía metabólica por
vaca.
Una de las ventajas de la cría de
campos agrícolas es la disponibilidad de rastrojos de maíz y soja; si la
agricultura se realiza en siembra directa, los volúmenes de residuos agrícolas
son más voluminosos, a los que se le suman la vegetación que crece en forma
espontánea.
Ref: artículos
técnicos de cría bovina
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