ESTRÉS CALORICO EN BOVINOS

 

Altas temperaturas ambientales, intensa radiación y humedad son factores que imponen estrés en los bovinos; el estrés calórico se refiere como una respuesta de los rumiantes que en situación de estrés no pueden regular su temperatura si no todo lo contrario se ve incrementada y hay una reducción notable del apetito.

Un punto importante a considerar es el rango de las temperaturas, a los que podemos denominar zona de confort o comodidad térmica (6 grados y 21 grados centígrados); nos referimos con esto a la zona en la cual la vaca obtiene por sus mecanismos termorreguladores normales, su ajuste de temperatura interna sin gasto alguno de energía adicional.

Por lo que llegamos a la conclusión que los bovinos tienen mayor capacidad para soportar temperaturas bajas que altas.

Para evitar dichos efectos lo que tenemos que hacer, es aplicar sistemas de sombras donde se encuentran dichos animales, sobre todo si se trata de lugares donde la temperatura es mayor a los 25 grados C.

Así como procurar que los abrevaderos y áreas de pastoreos sean fácil de acceder por lo menos dos veces al día.

 

¿CÓMO PUEDE REDUCIRSE EL ESTRÉS CALORICO?

Debe de minimizarse combinando estrategias que tengan un costo de inversión bajo y que sean factibles en términos de manejo.

Las estrategias para combatir el estrés incluyen el modificar su alimentación, optimizar el consumo de agua, utilizar sistemas de ventilación y de aspersión de agua.

 

Se estima que el calor generado en los procesos de digestión aumenta hasta un 20 % el calor basal; por lo que se recomienda como una estrategia aumentar el aporte de grasa para incrementar la densidad energética, evitar un contenido excesivo de proteína total y proteína degradable.

 

Debemos aumentar la digestibilidad de la fibra, sobre todo en aquellas dietas de alto contenido energético y distribuir el alimento a primera y última hora del día.

 

 

Ref: Efecto del estrés calórico en el bienestar animal / Farm Animal Welfare Education Centre

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