Indudablemente, el alimento que hace crecer a tu negocio son las ventas o los ingresos que recibes. Tan importantes son que debes cuidarlos porque garantizan el éxito de tu proyecto de negocio.
Si tienes una tienda de abarrotes, tintorería, papelería, fonda, carnicería, tortillería, tlapalería o cualquier micro, pequeña o mediana empresa debes pensar en llevar un registro del efectivo que manejas.
Es muy simple, solamente necesitas un cuaderno o hacerlo en computadora. La idea es que semanalmente escribas el monto de las ventas y los pagos que realizas. A esta herramienta de control le llamamos “registro mensual de movimientos”.
Lo mejor será que guardes ordenadamente todas las notas, facturas, recibos de pago o documentos de cualquier movimiento de dinero que hayas hecho. Eso te facilitará llevar en tu cuaderno un control semanal sobre ventas de efectivo, cobros a tus clientes, pagos a tus proveedores, pagos de nómina, de impuestos y otras salidas de efectivo como papelería, recibo de agua, luz o teléfono.
Lo recomendable es que dividas la hoja en columnas y renglones. En las columnas escribe la semana de la que se trata y en los renglones los ingresos, egresos y efectivo obtenido al final de la semana.
En el rubro de ingresos escribe los siguientes conceptos: ventas, cobros por realizar de tus deudores (cobranza) o cualquier otra entrada de dinero que regularmente tengas.
Para la fila de egresos sólo tendrás que poner los pagos a realizar a proveedores, la nómina, impuestos, servicios y los gastos que normalmente debes hacer en una semana.
Una vez que hayas contabilizado esos rubros resta a los ingresos los egresos que tuviste y así lograrás identificar cuál fue el efectivo con el que te quedaste al final de cada semana.
Si te es posible, aun cuando sea de manera anticipada, registra una cantidad que consideres que vas a pagar cada semana por los servicios básicos, por pago a tus proveedores, a empleados e impuestos. Y haz también el cálculo de los ingresos que necesitarás percibir para poder cubrir tus gastos. Este cálculo anticipado se llama “meta”.
Una vez que tengas lo anterior, anota las cantidades que registró tu negocio en la primera semana y analiza la diferencia entre lo que estimaste y lo que sucedió.
De manera semanal puedes trazar las metas que quieras o debas alcanzar. Para tener control de la meta y lo real te servirá mucho tener una columna que diga el monto de efectivo que planeas obtener y en otra lo que realmente obtuviste; eso hazlo para ventas, cobranza, proveedores e impuestos y todos los rubros.
El registro mensual de movimientos o control de flujo de efectivo te ayudará a saber con toda certidumbre con cuánto dinero en efectivo acabaste en una semana, y ese mismo monto será con el que inicies la siguiente.
Con el tiempo podrás planear con más facilidad pagos, compras de maquinaria, equipo o insumos y hasta pensar en la ampliación de tu negocio.
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