Hay una desaceleración en los excelentes precios y se siguen perdiendo oportunidades
Ríos de tinta se han escrito acerca de las posibilidades que ofrece la oveja. Muchas reuniones se han realizado en diferentes lugares del país por quienes promueven el llamado Plan Estratégico Ovino. Pero lo cierto es que ya estamos viviendo una desaceleración en los excelentes precios de la carne y de la lana de principios de 2011. Se va otro año y, con él, seguimos perdiendo oportunidades en el rubro.En ese marco, ¿hasta cuándo la oveja soportará “verdades” que sólo sirven a determinados agentes de un complejo que nunca fue cadena? Aprovecho esta oportunidad para exponerle a los lectores de El Observador Agropecuario algunas de esas “verdades” vinculadas a la lana y a la carne.
A través de la selección se puede aumentar la cantidad de lana y disminuir el diámetro
No es falsa dicha aseveración, pero sí bastante difícil de fundamentar al no estar acompañada del necesario hincapié en algo que para la oveja y en Uruguay, resulta crítico: el tiempo. Si la cabaña nacional –que se supone es quien debe liderar los cambios en la materia–, para el promedio de la raza más numerosa del país, apenas ha logrado disminuir una micra y aumentar 160 gramos de lana en 10 años, se demuestra que es posible mejorar genéticamente en la dirección deseada, pero se demuestra también (y no se dice) que resulta a todas luces sumamente ineficiente.
Uruguay: sitial de privilegio a nivel mundial en lo que a mejoramiento genético se refiere
Tal “verdad” está sustentada básicamente en el crecimiento de razas, cabañas, animales y características registradas en los programas de mejora. Sin embargo, no alcanza con “amontonar” muchos DEP (o sea, la estimación del valor genético de un animal) si esa información no se usa o se usa mal.
El cordero pesado que produce Uruguay es de excelente calidad
Quizás lo más importante en esta afirmación sea definir precisamente qué es calidad. Así no deja de ser un término por demás vago y como tal sujeto a cualquier interpretación. En un sentido amplio la calidad es la forma en que los requerimientos de un producto están siendo satisfechos. ¿Los requerimientos de quiénes? De la demanda. Así, como para el consumidor final de lana –en mayor o menor medida– es el diámetro la característica más importante y por la cual –obviamente– se comercializa y más se paga. No existe en la carne uruguaya, además del peso vivo, ninguna característica objetiva que permita diferenciar una carne de otra, ni tampoco que atienda a tal o cual demanda. Con lo cual esta “verdad” es muy general y hasta podría ser una falacia.
La carne ovina cuenta con un mercado firme y diversificado
Esta es la típica frase que nadie se animaría a rebatir. El gran tema es que esa diversificación oculta una importante concentración en poco mercados y, dentro del propio país, también oculta una fuerte concentración en pocas industrias. Paradojalmente, una de las más importantes hace más de nueve meses que no le compra un ovino a nadie en Uruguay.
Con cualquier raza se puede producir un cordero pesado
Ciertamente para el “cordero” que mayoritariamente producimos, pisando el año de edad, es de las aseveraciones que menos cuestionamientos generaría, sobre todo en zonas agroecológicas restringidas para la producción de carne. Aunque es importante para quienes sostienen tal aseveración, que no dejen de estimar en sus costos que ese cordero (si, como mayoritariamente ocurre en el Uruguay, es el mismo productor que lo genera el que lo inverna) está dentro del campo el mismo período de tiempo que se podrían vender dos corderos de –al menos– el mismo peso que aquel.
En campo natural y con el agregado de suplemento se puede lograr una correcta recría
Bueno, depende lo que se entienda por “correcta”. La información analítica, disponible localmente, nos genera dudas. Las ganancias de corderos destetados sobre pastizal nativo (8 animales/ha) y recibiendo hasta 1,7% de su peso vivo como ración (con 15% de proteína) “aseguran” un mínimo de 50 gramos/día y un máximo de 120 gramos/día. Vale decir que si se destetan con 24 kilos, para llegar a los 34 kilos que exige el operativo de cordero pesado se precisarían –por lo bajo– 6,5 meses para alcanzar el objetivo de “la cola” o casi tres meses para los de “la punta”. De no existir otra alternativa, podría ser incluso más deseable promover integraciones entre criador e invernador de tipo “ganar-ganar”.
El productor ganadero responde a los precios incorporando tecnología
Esta aseveración no la compartimos, ni siquiera fuera de contexto. Sobran elementos para contrarrestar esta falacia. Analicemos juntos cuáles han sido las tecnologías incorporadas –masivamente y con resultados a la vista– por el rubro ovino en los últimos 20 años. Además del cordero pesado, la esquila preparto y el acondicionamiento (todas vinculadas a la lana, porque hasta el cordero pesado fue “pensado” para obtener un vellón más), poca cosa más. Pero nada en materia de carne; sin embargo, en dicho período, el precio del cordero llegó a valores incluso superiores a los de nuestros competidores de Oceanía. Países éstos que han logrado mejoras “palpables” y ampliamente significativas tanto en lana como en carne. Mientras tanto la mayoría de nuestros productores continúan igual. l
Suárez y Forlán
Bianchi reflexionó que “los indicadores productivos y reproductivos, a esta altura, son como Luis Suárez y Diego Forlán en la selección uruguaya de fútbol: inamovibles. Por el contrario, los mensajes que mayoritariamente se escuchan o se leen en la prensa dejan bastante que desear, no tanto por lo que trasmiten, sino por lo que no dicen”.
Otras verdades
“Se detallan siete verdades, pero un análisis más pormenorizado encontraría muchas más. Es muy difícil lograr los cambios que en apariencia todos los que de una u otra forma estamos vinculados a la oveja pretendemos si la estrategia es dejar de lado a quienes tenemos –desde la academia– una visión crítica sobre el statu quo ovejero nacional”, dijo Bianchi.
* Profesor agregado Ovinos y Lanas (Facultad de Agronomía), ingeniero agrónomo Ph.D, tano @fagro.edu.uy
http://www.elobservador.com.uy/noticia/215973/una-vision-critica-acerca-de-la-produccion-de-lana-y-carne-ovina/
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