Por JAIME GARCÍA CHADID Como soy amante de la "pequeña historia" permanezco hurgando archivos y documentos sobre el pasado en nuestra región, y me encontré uno que reviste especial interés ya que se refiere a la ganadería, que a no dudarlo ha sido la principal actividad económica de la zona. La fuente documental es un escrito de don Rogelio Támara, y aunque no he logrado precisar la fecha de su publicación original --parece que lo fue en 1953-- se constituye en un valioso testimonio y punto de referencia obligado para los interesados en la materia. Según ese relato, los hermanos Miguel y Felipe Navas, que para esa época vivían entre Sincelejo y Corozal, fueron quienes entre 1884 y 1885 trajeron al país, procedentes de Cuba, unos sementales de raza normanda que eran a su vez producto de animales aclimatados en las colonias españolas en África. Con esa raza se hicieron unos cruces de muy buena calidad y rendimiento --para la época-- tanto en carne como en leche. De ese manejo salieron toros de mucho renombre en su momento como los "monos chinos", de Jesús María Pérez; los "bayos claros", de Urbano Olmos, y los "monos claros" de Joaquín González Porto. Vale anotar que en la cercana población de Ciénaga de Oro se dieron los toros "bayos morunos", propiedad de un señor de apellido Durango. El cebú fue introducido por el doctor José Torralbo, como gobernador del efímero Departamento de Sincelejo, creado por el gobierno del General Rafael Reyes, quien importó dos sementales cebú del tipo guzerat comprados en la Isla de Trinidad, pero resultaron ellos y su descendencia "muy valientes y ariscos" por lo que su manejo se volvió casi imposible, condición de la cual hizo caso omiso Pedro Herazo Jarava, quien procedió a cruzarlo masivamente en su hacienda "El Llano", resultando un ganado de muy buena alzada, pero indomable, que casi lo lleva a la ruina por la dificultad para viajarlos de las regiones secas de sabanas a zonas de pasto durante el verano, pero especialmente al pasar o "embalsar" los ríos y caños. Nadie se interesaba en esos semovientes. En ese primer intento para introducir la raza cebú se destacaron lo señores Segrera y la Casa Held, de alemanes, en la hacienda "Jesús del Río, que innovó con los nellore traídos del Brasil. Como aspecto que llama la atención y que vale la pena citar fue el hecho de que la raza cebú, a solicitud de los médicos veterinarios, fue vetada por el Gobierno Nacional durante muchos años por lo que su importación era prohibida. Alegaban, sin razón, aspectos de sanidad animal y tuvo que reunirse un congreso agropecuario nacional para que se pidiera y obtuviera a través de una ley la autorización respectiva. Posteriormente aparecen los nombres de Gómez Rueda y J.D. Hudgins. La Caja Agraria también impulsó ese propósito. Julio C. Martínez fue de los pioneros en Sincelejo. Para1953, en los días 6, 7 y 8 de agosto, se realizó una Feria Exposición y Remate de ganado cebú en la entonces "segunda cuidad de Bolívar" y se destacaron las ganaderías de J. M. Vergara e hijos, la del médico Fagil Ghisays, de posterior connotación nacional, la sociedad Martínez y Vergara y la de Támara y Villadiego. Sincelejo llegó a ser "la capital cebuísta de Colombia".
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