El celo de las vacas lecheras


La buena fertilidad empieza con una buena alimentación – no sólo para estimular la producción de leche sino también para asegurarse de que los órganos de reproducción vuelvan a su forma natural, se mantengan saludables y funcionen bien. Para lograrlo, lo más importante es mantener niveles positivos de energía. Sólo la vaca que es saludable y está bien alimentada puede producir leche y volver a quedar preñada en buen tiempo.
Preste atención a todos los celos
Después del parto, los ganaderos tienen que tener paciencia para que las vacas vuelvan al celo. Normalmente, el primer celo se manifiesta dos o tres semanas después del parto. Al manifestar el celo, la vaca emite una buena señal al ganadero pero generalmente es ignorada. Los ganaderos creen que es ‘muy pronto’ para que se manifieste y posiblemente sea cierto pero es importante considerar este primer celo. Con esta información, es más fácil predecir el próximo celo y asegurarse de que la vaca tenga su ciclo normal, que es tan necesario para obtener buenos resultados de crianza. Para lograr un alto porcentaje de vacas en celo, es importante saber si ella ha estado en celo en forma regular y si el intervalo ha sido correcto.
No siempre es un ciclo de tres semanas
<![if !supportLists]>·         <![endif]>25-30% de las vacas tienen un (primer) ciclo normal de 21 días (12-17 días cuando tienen un alto nivel de progesterona)
<![if !supportLists]>·         <![endif]>60% de las vacas tienen un segundo ciclo normal de 21 días (12-17 días cuando tienen un alto nivel de progesterona)
<![if !supportLists]>·         <![endif]>Muchas vacas no son “normales”, ellas no vuelven al celo hasta después de 21 días.
Dos o tres semanas después del parto
Las vacas necesitan tiempo para que sus hormonas “vuelvan a la normalidad” después del parto. El porcentaje de vacas en celo en la segunda o tercera semana después del parto es una buena señal de que existe una actividad hormonal. Pero las tasas de preñez por inseminaciones en el primer celo no son altas, así que los ganaderos esperan por lo menos uno o dos celos más antes de inseminar a la vaca. ¿Qué es lo que falla en esas primeras semanas? Es posible que en las primeras semanas después del parto las vacas tengan ciclos cortos con altos picos de progesterona y por lo tanto, no se produce ninguna ovulación. Otro asunto que debemos tener en mente es que las vacas pueden desarrollar ovarios quísticos o císticos (COFs). Es recomendable revisar a las vacas después del primer celo para confirmar que no tengan COFs porque mientras más se tarden en curarlos, más difícil será tratarlas.
El ciclo de la vaca
¿Cuándo entra una vaca en celo? Parece una pregunta fácil pero la respuesta es más complicada. El programa del veterinario Van Eerdenburg incluye diferentes signos (ver cuadro). Una vaca está en celo cuando en 24 horas logra tener más de 50 puntos.
Programa de Eerdenburg 
El celo se trata de hormonas
El folículo más dominante del ovario tiene un diámetro promedio de 15-20 mm. El celo o estro dura casi 18 horas. El pico del LH se produce horas después iniciado el celo. Como promedio, la ovulación se lleva a cabo el primer día, 12 horas después del final del celo y 24 horas después del pico del LH. El óvulo debe formarse de 4 a 6 horas después de la ovulación. El semen congelado es fértil de 24 a 36 horas.
Cuando las vacas llegan al celo, las hormonas juegan un papel importante. Después de la ovulación, el cuerpo lúteo (CL) producirá progesterona hasta el día 16 ó 17 del ciclo. Este alto nivel de progesterona significa que la vaca no entrará al celo y posiblemente está preñada. Si no lo está, el CL envía la señal y entrará en regresión bajo la influencia de la prostaglandina producida por el útero. El nivel de progesterona se reduce y otra hormona GnRH empujará a la hipófisis a producir el FSH y LH. Este cambio hormonal está influenciado por la ración. El FSH se asegura de que los folículos crezcan y produzcan estrógeno (la hormona del celo). Ellos son responsables de que se produzcan otros celos. Y también se aseguran que el LH llegue otra vez al pico y se repita nuevamente el ciclo desde un principio.
La hemorragia es una señal del celo
Cuando la vaca sangra significa que ha estado en celo. Esto se presenta el segundo o tercer día después del celo y proviene de la pared del útero donde los vasos sanguíneos se ensanchan durante el celo y algunos más pequeños se han reventado. Considérelo como una guía para el próximo celo. El 90% de novillas y del 50-60% de las vacas adultas sangran después del celo.
Foto: Hemorragia post celo.
Celo Falso o “Intermedio”
Las vacas envían señales de estar en celo aunque no lo estén. El ganadero duda. No puede estar en celo pero las vacas muestran el conocido como celo “intermedio” o celo falso. Sucede frecuentemente en animales preñados. Cuando hay un toro alrededor, la vaca hasta se para. También a mediados del ciclo, algunas vacas muestran un tipo de celo. Para ser exactos, al 10mo día. A través de la influencia indirecta que el folículo de crecimiento tiene sobre el ovario es que las vacas muestras este celo débil. Para entonces, un CL completamente crecido aún está presente, por lo tanto, estos folículos no ovularán y eso significa que la concepción es imposible. Ellas no sangrarán. Las vacas con celos “intermedios” indican que ellas están saludables y están produciendo. Asegúrese de detectar correctamente el celo y evitar confusiones con los celos “intermedios”. Un celo “intermedio” puede dañar los órganos reproductivos e incrementar el número de inseminaciones.
El 16 de agosto, la vaca 345 mostró algunas señales débiles del celo, la inseminación no se llevó a cabo de acuerdo a las previas fechas del celo. La vaca 678 estuvo en celo el 19, posiblemente fue un celo falso. El ganadero no se había dado cuenta que la vaca estaba en celo porque no había información disponible.
Las hormonas son las mensajeras químicas que controlan la producción y la liberación de los espermatozoides del toro y los óvulos en las vacas. Parte de la función está en el cerebro, en el hipotálamo y la hipófisis adheridos a la base del cerebro. El hipotálamo envía un mensaje a la hipófisis para que libere las hormonas folículo estimulante (FEH) y la hormona lutenizante (LH). Esta última controla la reproducción en parte a través del testículo del toro y el ovario de la vaca. El testículo produce espermatozoides (células espermáticas) y testosterona que estimula el deseo en el toro.
Hormonas
Las hormonas Lutenizante (LH) y la Folículo Estimulante (FEH) controlan el ciclo del celo. Estas hormonas son expulsadas a los vasos sanguíneos por la glándula pituitaria anterior (PG) que está situada en la base del cerebro y es controlada por el hipotálamo. El hipotálamo se encarga de sintetizar y liberar las hormonas LH y FEH. La LH provoca la ovulación y el crecimiento del cuerpo lúteo y el FEH estimula el crecimiento del folículo en el ovario.
Estrógeno
Los folículos pre-ovulatorios se desarrollan al final del ciclo de reproducción. Luego producen el estrógeno que resulta en la manifestación de las señales del celo. Mientras tanto, los elevados niveles de estrógeno causan la liberación del LH. Esto resulta en la liberación de un óvulo maduro (ovulación) dentro del infundíbulo y oviducto. Si las vacas son cruzadas aproximadamente 12 horas después del inicio del estro, es posible que se fertilice el óvulo en la parte superior del oviducto. El embrión resultante toma cuatro días para madurar en el oviducto y luego pasa al útero.
Progesterona
Después de la ovulación, se forma el cuerpo amarillo o cuerpo lúteo (CL) mediante células que forran la cavidad vacía de ovulación del ovario. El CL en desarrollo empieza a liberar la hormona progesterona. En caso de que el embrión sea viable, la progesterona mantiene la preñez y no permite que la vaca vuelva al celo. Si la vaca no está preñada, la prostaglandina que es producida por el útero 17 días después del estro y la ovulación rompen el CL. Esto resulta en un nuevo celo después de tres o cuatro días.
Casi 60% de Éxito
Después de la inseminación, no todas las vacas quedan preñadas. Parece que casi 60% de los óvulos que pudieron resultar en una nueva cría se perdieron entre la fertilización y el final de la gestación (ver cuadro). El papel del inseminador y la calidad del semen tienen poca influencia – sólo 6% (3 cada uno). Los efectos más negativos son por los problemas con los animales y los problemas de manejo indicados en el cuadro de abajo que muestra la influencia de las situaciones encontradas y evaluadas en Holanda.*
Poco a poco disminuye la tasa de éxito para obtener una nueva cría:
Varios efectos negativos son la causa de que la vaca no quede preñada después de la inseminación y problemas de manejo:
Lo que necesita recordar:
<![if !supportLists]>·         <![endif]>No todas las vacas presentan el celo exactamente a los 21 días
<![if !supportLists]>·         <![endif]>No se recomienda inseminar en el primer celo
<![if !supportLists]>·         <![endif]>La hemorragia después del celo es una señal positiva de la vaca al ganadero
<![if !supportLists]>·         <![endif]>Solo las vacas y novillas que tuvieron buen celo, sangran
<![if !supportLists]>·         <![endif]>90-95% de todas las novillas sangran después del celo
<![if !supportLists]>·         <![endif]>Después de un celo falso o “intermedio”, las vacas no sangran
<![if !supportLists]>·         <![endif]>Las vacas preñadas también pueden mostrar un celo falso o “intermedio”
Fuente: Peruláctea.

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