Boom de la carne: ¿hasta cuándo?

Si las partes interesadas no hacen algo a tiempo, los años de vacas gordas que está viviendo la industria ganadera nacional pueden transformarse sin previo aviso en largos años de vacas flacas, en especial si se siguen sacrificando reses a un ritmo tan alto, que dificulte la conservación y reproducción del hato ganadero.
A modo de ejemplo, en el 2006 Nicaragua exportó 79,700 toneladas métricas (entre carne bovina y reses vivas), pasando hasta las 102,400 toneladas en el 2011, lo que muestra un incremento del 28.5%, según datos del Centro de Trámites de las Exportaciones, (CETREX).
Para alcanzar esas cifras, fue necesario sacrificar (o exportar vivos) un total de 850,000 animales, lo que significa entre la sexta y la quinta parte del total de la población bovina del país, detalla Juan Sebastián Chamorro, Director Ejecutivo del Matadero Central S.A., (MACESA.
Ex viceministro de Hacienda durante el gobierno de Enrique Bolaños, y luego director de la Cuenta Reto del Milenio, Chamorro administra desde hace dos años MACESA, con una capacidad instalada para procesar 600 reses diarias, lo que lo hace el tercero en tamaño, de entre los cuatro mataderos industriales con que cuenta el país.
Situado a 10 kilómetros de Juigalpa, (Chontales), una de las zonas ganaderas tradicionales del país, MACESA exporta a Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela, El Salvador, Taiwan, Japón, Tailandia, Rusia, Guatemala y México.
En el proceso, genera 600 empleos directos, más un número indeterminado de empleos temporales, y otro más de indirectos, entre los cuales se mencionan conductores de camiones que transportan insumos o reses, por lo que Chamorro asegura que “somos el principal empleador de Juigalpa”.
¿Cuáles son las buenas noticias en el campo de la ganadería en este momento?
Que el sector ha crecido en los últimos cinco años de una manera vertiginosa, y que se ha convertido en la principal actividad económica del país, medida por producción, valor agregado, exportaciones y empleo.
¿Y cuáles son las principales dificultades que enfrenta el sector?
Irónicamente, una dificultad que enfrenta la ganadería de carne nicaragüense es la alta demanda que suscita en los mercados internacionales. La carne nica se está vendiendo en todos los continentes, y eso es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos. Nicaragua está proveyendo carne a países desarrollados como Estados Unidos, Japón y Taiwán.
Esta alta demanda por la carne, sin embargo, ha provocado que estemos extrayendo más animales de los que podemos producir sosteniblemente.
Para que tengamos una idea, el año 2011 se extrajeron más de 850 mil cabezas entre los mataderos, rastros y las ventas en pie. Si se calcula que el hato nicaragüense oscilaría entre los 4 y 5 millones, la extracción fue de entre el 17 y 21 por ciento de la población total.
Ninguna población soporta tasas de extracción tan altas, y los efectos ya se están viendo: en el 2012 hay menos ganado, más caro y más pequeño. Las dificultades se veían venir, ya que no era sostenible mantener estos niveles de extracción.
¿Cuáles podrían ser las consecuencias de esta situación?
Si el sector ganadero no mejora más los índices productivos, y los precios de la materia prima siguen creciendo, Nicaragua va a continuar perdiendo competitividad en la carne.
Los efectos de la escasez del ganado en Nicaragua ya han repercutido en la competitividad del país: en mayo pasado, el precio del kilo en canal caliente llegó a 3.10 dólares, por encima de los 2.68 en Paraguay y 2.84 en Brasil, países que exportan carnes muy parecidas a las de Nicaragua.
Esto hace que la carne nicaragüense sea más cara que la de sus similares, lo que podría llevar a que los clientes externos prefieran adquirir sus pedidos en los mercados que le venden más barato.
Otro elemento importante es el tema de los precios internacionales.
Como todo producto, estamos siempre frente al riesgo de una caída en la demanda mundial. Los altos precios de la carne de los últimos años podrían bajar, y eso se traduciría en una disminución de los precios locales.
¿Qué otros elementos podrían afectar la competitividad de nuestro sector ganadero?
Hay que recordar que el tema de la inocuidad e higiene de los alimentos, especialmente los que se exportan a los países desarrollados, ha tomado una enorme importancia.
Este año, Estados Unidos le está exigiendo a todos los mataderos del mundo que realicen seis pruebas adicionales de inocuidad de bacterias conocidas como E.Coli, además de las ya existentes de detección de residuos tóxicos y otros medicamentos que los productores le aplican al ganado.
Todo esto conlleva a carísimas inversiones de parte de las plantas industriales, a fin de mantenerse en los mercados.
Responsabilidades compartidas
¿Qué puede hacer el gobierno para mejorar esa situación?
Lo que hizo el gobierno la semana pasada para el caso de Panamá es el mejor ejemplo de lo que puede y debe hacer un gobierno. Por años, nuestra carne estuvo bloqueada en Panamá mediante procedimientos burocráticos que impedían el libre mercado.
Nicaragua entonces objetó la inclusión de Panamá al Sistema de Integración, porque en la práctica estaba imponiendo barreras en contra de la misma integración. Al final, y después de muchas negociaciones, Panamá accedió y ahora tenemos un mercado abierto, cercano y en franco crecimiento. Entre más mercados podamos tener, mejores oportunidades para vender los productos.
En el tema de la carne el gobierno tiene un papel importantísimo, porque es el que certifica la calidad de la misma. Es necesario incrementar los recursos económicos para que estos servicios públicos puedan ser provistos eficientemente.
Se ha hablado del acceso de nuestra carne al mercado europeo, pero ni una sola libra de carne podrá entrar si no tenemos en marcha un sistema de trazabilidad del ganado. Sobre este punto, el trabajo no sólo es del gobierno, sino de los productores y de la industria.
¿No se había iniciado ya un proyecto de trazabilidad?
Hay algunos proyectos pilotos, y algunas zonas donde se ha ‘trazado’, y ganado que ya está ‘trazado’, que porta sus chapas del MAGFOR y que tiene sus expedientes al día, con información sobre origen, vacunas, etc. No sé cuánto ganado esté dentro de esa iniciativa, pero sí sé que es una fracción, aunque lo bueno es que ya inició el proceso.
En todo caso, se trata de proyectos pilotos, algunos de los cuales cuentan con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, (BID) y la Unión Europea. De hecho, nosotros en el Matadero pagamos C$1 por kilo en canal caliente, adicional al precio de mercado.
¿Qué es lo que debe hacerse desde el sector privado para asegurar la sostenibilidad del sector ganadero?
Seguir invirtiendo en mejorar la eficiencia, como se ha venido haciendo, y aumentar el valor agregado de nuestros productos.
En ese sentido, ¿qué tipo de inversiones está haciendo Macesa?
Esto es un proceso continuo, que busca elevar la eficiencia de los procesos a través de equipos nuevos, empaques al vacío que aseguren inocuidad, sistemas de refrigeración para congelar más rápido, mejoras en áreas de matanza y desgüece, además de mejor infraestructura de atención al cliente.
De hecho, todos los mataderos estamos invirtiendo en cosas similares, y hay algunos que están introduciendo elementos mecanizados en el proceso, tales como bandas transportadoras.
¿Qué pueden hacer los ganaderos por su parte?
Incrementar los índices productivos y mejorar la genética.
Albanisa tiene planes para construir un par de mataderos más… ¿no tensionaría eso el crecimiento o mantenimiento de la población vacuna?
Se ha hablado de cinco mataderos en diseño. Obviamente que duplicar la capacidad de matanza sin aumentar el crecimiento de la población pondría en riesgo a la población vacuna.
Por eso es que es muy importante invertir en tecnología, para que los intervalos entre parto de las vacas sea más corto, las tasas de fecundidad más altas, tengamos menores tasas de mortalidad, y trabajemos con razas que muestren tasas de engorde más rápidas.
El reto de ampliar los mercados
¿Qué pasó con la idea de firmar un TLC con Venezuela? ¿Se ha hecho algo más al respecto? ¿Cuál sería el escenario si por cualquier razón, el mercado venezolano se nos cerrara abruptamente? 
No ha habido avances para firmar ningún Tratado de Libre Comercio con Venezuela y se está a la espera que se renueve el contrato de exportaciones oficiales a ese país. Una cosa positiva es que ya se le está vendiendo carne a compradores privados de Venezuela, y eso significa que los mercados no se cerrarían abruptamente.
Hablando de mercados, se dijo que comenzábamos a exportar a Rusia; la Unión Europea nos ofrece una cuota, y aún estamos lejos de satisfacer nuestra cuota CAFTA… ¿Podremos cumplir nuestros compromisos sin poner en riesgo la población ganadera del país?
No se va a exportar a Europa hasta tanto no tengamos un sistema de trazabilidad bovina montado y funcionando. Necesitamos el marco legal y la institucionalidad para que esto ocurra, y aún estamos viendo, como país, qué modelo de trazabilidad adoptamos.
Yo vaticino que vamos a comenzar con un modelo como el de Chile, que no traza todo su hato pero que tiene áreas específicas, con ganaderos específicos, que sí trazan su ganado y que podrán vender, a un mucho mejor precio, a Europa.
Paulatinamente vamos a ir montando un sistema donde toda la población bovina se encuentre ‘trazada’. Uruguay, un país con un nivel de escolaridad mucho más alto, logró trazar todo su ganado, 11 millones de cabezas aproximadamente, en unos 6 años.

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