Manejo integrado del cultivo del arroz

Todo negocio para ser sostenible necesita invariablemente ser rentable. Y la producción agrícola más que nada debe tener esta variable. Por eso, los estudiosos del campo siempre están buscando cómo mejorar la productividad.

Los arroceros de Córdoba están en esa línea desde el año 2009. En el Centro de Investigación de La Victoria de Fedearroz se dieron cuenta que para evitar la acción de plagas era conveniente sembrar en una época determinada. Eso se lo transmitieron a los arroceros y desde hace dos años en Montería, en el Distrito de Riego de Mocarí, nueve productores comenzaron a cambiar no solo la fecha de siembra sino también algunas prácticas en el cultivo.
La primera decisión fue sembrar entre noviembre y diciembre. Lo cual permitió hacer un mejor manejo de algunas plagas como el de la bacteria B. glumae.
El segundo paso fue bajar las densidad de semilla por hectárea. Se pasó se sembrar 180 kilogramos de semilla por hectárea a usar entre 60 y 100 kilogramos.
"Esta disminución en la cantidad de semilla y el manejo del agua con curvas a nivel, contribuyen a la reducción de la incidencia de las enfermedades y la racionalización en el uso intensivo de insecticidas y fungicidas, permitiendo disminuir los costos de producción", afirma el agrónomo Cristo Rafael Pérez de Fedearroz – Fondo Nacional del Arroz, seccional Montería, quien ha estado socializando con los productores las nuevas técnicas para el cultivo del arroz.
El agrónomo y agricultor Samir Sáker Solera, quien ha desarrollado la nueva tecnología durante dos años, dice que este cambio en la cantidad de semilla que siembran y sembrar en la época sugerida les ha favorecido porque "tenemos menos incidencia de enfermedades, hemos bajado los costos de producción, porque compramos menos semillas y porque se usan menos fungicidas, y además estamos produciendo más por hectárea".
El tercer aspecto es la rotación de cultivos. Tradicionalmente en el Distrito de Riego de Mocarí, se ha sembrado arroz. Desde cuando se inició la nueva tecnología el arroz se ha intercalado con otros productos como el maíz, el algodón y la yuca. Y algunos que prefieren dejar descansar la tierra. Sin embargo, la experiencia de Sáker Solera, le dice que lo mejor es sembrar otro tipo de cultivo.
La explicación que él entrega para esto es que: si no se siembra, en el terreno quedan malezas asociadas al arroz, mientras que si se siembra maíz u otro producto hay malezas diferentes donde se aplican diferentes herbicidas que ayudan a manejar esas malezas y se tienen mejores resultados. Aparte de eso la tierra sigue produciendo y al mismo tiempo se genera trabajo".
El investigador Cristo Pérez realizó diferentes actividades de transferencia de tecnología por medio de talleres, giras técnicas, días técnicos y conversatorios para capacitar a los productores, asistentes técnicos, empresarios y entidades del sector.
El investigador del Fondo Nacional del Arroz destaca la participación activa de los agricultores y asistentes técnicos. "La retroalimentación en los temas tratados ha permitido cambios importantes en la tecnología de producción de la zona, mejorando sustancialmente la productividad de los arroceros", afirma Cristo Pérez.
Desde mucho antes
Hay que destacar que el programa de mejoramiento en el cultivo del arroz del Caribe Húmedo ha sido integral porque además de lo que se ha mencionado, antes, primero se habían hecho evaluaciones del banco de germoplasma, ensayos de rendimiento, prueba nacional, pruebas de evaluación agronómica y demostrativos de líneas promisorias; "el objetivo era obtener variedades que se adapten a las condiciones de riego y secano mecanizado del agroecosistema arrocero del Caribe Húmedo", puntualiza Cristo Pérez.





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